Según la «línea general» académica, las nociones ocultistas acerca de los templarios son absurdas: la mayoría de historiadores coinciden en que fueron los monjes-soldados que decían ser, y que cualquier hipótesis en cuanto su intervención en nada ni remotamente esotérico es resultado de una fantasía hiperactiva o de una investigación poco rigurosa. Al ser ésa la postura oficial, ningún historiador interesado en ese aspecto de la Orden se atreverá a confesarlo públicamente, porque se arriesgaría a perder el prestigio académico (y vería sustancialmente recortado el presupuesto de su departamento).
Así que prefieren evitar tal género de investigaciones, o si las realizan no las dan a conocer. (Algunos historiadores muy prestigiosos confiesan en privado que la relación entre los templarios y el esoterismo es importante, pero jamás lo dirían en público.)
De estas actitudes resulta cierto abandono de los estudios relativos a determinados asentamientos templarios importantes. Ya teníamos ...
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