SACRAMENTO ESENCIAL
Los antiguos textos alquímicos abundan en imágenes confusas y complicadas, lo cual es intencionado, puesto que se pretendía disuadir a los no iniciados y que no descubrieran sus secretos. Sabemos que en el plano más profundo, la alquimia trataba de la transformación personal, espiritual y sexual, y los secretos en cuestión versaban sobre las técnicas que permitiesen alcanzar esa «Gran Obra». Recordemos que el psicólogo C. G. Jung, al reconocer las profundas preocupaciones de orden no material, y sexual, de la alquimia, la llamó «precursora del psicoanálisis».1
Ya hemos visto que la «Gran Obra» de los alquimistas era una experiencia rara, que cambiaba toda la vida, y nadie sabe con seguridad qué forma adoptaba. Sin embargo, Nicolás Flamel (alquimista y supuesto Gran Maestre del Priorato de Sión), quien alcanzó el sublime objetivo el 17 de enero de 1382 en París, dijo que lo había hecho en compañía de su mujer Perenelle.2
Parece que eran una pareja bien avenida y...
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